Mensaje del 1982: "Yo soy la Madre de Dios. Pero yo soy sencilla y humilde. Siempre estoy en el lugar donde ustedes se encuentran. Yo los amo tal como son. Yo nunca rechazo a mis hijos. Cuando un niño está sin miedo delante de su Madre, él dice todo lo que está en su corazón. Quedo muy agradecida por el hijo que se regocija conmigo. La alegría es el signo más hermoso de la confianza y del amor. Pocas personas entienden los misterios del amor de Dios. Dejen su Madre abrazar a todos sus hijos con amor, para que tengan confianza en sus más profundos anhelos. Yo llevo todos sus deseos a mi Hijo Jesús, su Hermano. Nadie debe tener miedo de su Madre. Yo soy su Madre. Ustedes no deben tener miedo de mí, pero ustedes deben amarme."
Nuestra Señora de Kibeho, ruega por nosotros!