domingo, 15 de abril de 2018

Letanía de San Luis María Grignion de Montfort

Señor, ten piedad de nosotros. 
Cristo, ten piedad de nosotros. 
Señor, ten piedad de nosotros. 
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. 
Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros. 
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros. 
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros. 
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros. 

Santa María, Madre de Dioos, ruega por nosotros.
San Luis de Montfort, ruega por nosotros.
fiel imitador de Jesucristo, 
elocuente predicador de la Cruz, 
cantante del Sagrado Corazón, 
esclavo devoto de Jesús en María, 
apóstol del Santísimo Rosario, 
hombre de oración, prodigio de la mortificación, 
apasionado amante de la pobreza, 
intrepido defensor de la verdad, 
ardiente defensor de la fe católica, 
infatigable por la gloria de Dios y la salvación de las almas, 
restaurador de los templos del Señor, 
padre de los pobres, 
ayuda de los enfermos y enfermos, 
maestro de infancia y juventud, 
fundador de la congregación religiosa, 
modelo de sacerdotes y misioneros, 

Obtenganos la verdadera sabiduría, 
Obtenganos el espíritu de fe, 
Obtenganos el espíritu de oración, 
Obtenganos el espíritu de humildad, 
Obtenganos el amor de la Cruz, 
Obtenganos su verdadera devoción a María, 
Obtenganos su amor por la Iglesia, 
Obtenganos su dedicación al Vicario de Jesucristo, 
Obtenganos su obediencia filial al infalible Papa, 
Obtenganos su valentía en las pruebas, 
Obtenganos su amor por la vida oculta, 
Obtenganos su celo por la conversión de los pecadores, 
Obtenganos perseverancia en el bien, 
Obtenganos la gracia de una buena muerte, 
Obtenganos el reinado de Jesús por María. 

Ruega por nosotros, San Luis María de Monfort, para que seamos dignos de las promesas de Cristo. 

Recemos: Oh Dios, que has hecho de San Luis María un predicador eminente del Reino de tu único Hijo, y por medio de él has despertado en tu Iglesia una doble familia religiosa, concédenos, según su enseñanza y ejemplo, la gracia para servir com la bendita Virgen Madre, este mismo Hijo amado que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo en los siglos de siglos. Amén.