Primera Aparición: 25 de marzo de 1976: "Hijita: aquí me tenéis con Mis manos enriquecidas de Gracias y envueltas con los resplandores de Luz, para llamar a todos Mis hijos a la conversión; esta es la Semilla de Gloria que les ofrezco como MARIA RECONCILIADORA DE LOS PUEBLOS, porque vengo a reconciliarles. ¡Reconciliación es la herencia de la Fraternidad Divina de mi Divino Hijo! Hijita, lleva Mi Mensaje a todos, ¡os guardaré aquí en Mi Corazón desde hoy y para siempre! ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Segunda Aparición: 22 de agosto de 1976: "Hijita: cuando todos los hombres de la Tierra tomen su cruz amorosamente, ya no habrá más dolor ni llanto, porque vivirán resucitando cada día con mi amadísimo Hijo en un constante y vivido ¡aleluya... aleluya... aleluya! Hijita mía, Yo deseo que vos les hagas sentir el valor de la oración y la importancia de Mi Nueva Aparición como Reconciliadora de los Pueblos, ya que bajo esta Advocación encontrarán las condiciones esenciales y determinantes en preparar sus almas para recibir la Gracia del Espíritu Santo... con las comunicaciones y visitas del Señor por la Fe... ya que la Fe es la base del Cristianismo y el aumento de esa misma Fe hará que busquen con sincero amor al Padre nuestro y al Corazón de mi Divino Hijo junto al mío. ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Tercera Aparición: 25 de marzo de 1977: "Hijita, Hijitos: debéis desde hoy revestiros de espiritualidad divina, ya que esto os servirá como fuente de pureza para llevar una vida ejemplar, cumpliendo a cabalidad las obras buenas dedicadas al Señor, ya que toda siembra en Su Nombre es !Luz, Verdad y Amor! También el Patriarca San José intervino diciendo: Yo guardaré con Jesús y María esta Fuente de Amor para que se salve este Pueblo porque la Familia será la esperanza de un Mundo Nuevo... ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Cuarta Aparición: 3 de mayo de 1977: "Hijita, seguid vuestro caminito que lo hemos preparado. Hijita, la obediencia ha de ser la base de vuestra vida interior para permanecer en contacto y en unión con el Señor. Hijitos, sed muy buenos, espontáneos y naturales, ello les hará la vida más tranquila y feliz. Hijita, hijitos: ¡ayudadme a conquistar el corazón de todos vuestros hermanos! ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Quinta Aparición: 25 de marzo de 1978: "Hijita: no son sueños, es una realidad Mi Presencia entre vosotros. Obedece y sigue fiel a esta Madre para que puedas gozar por toda la Eternidad. A vos toca una ardua tarea, llevar Mi Mensaje de Amor y Reconciliación a todos los Pueblos y Naciones. Sufrirás, pero qué gozo y dicha será ver que has sido fiel a esta vuestra Madre. Os llevo de la mano... ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Sexta Aparición: 27 de noviembre de 1978: "Hijita mía, para el Año 1983 podrás con gran claridad comenzar a realizar la labor del movimiento de tierra, y luego en el 84, el Gran Acontecimiento de Mi Presencia en el Lugar. Y he allí el Gran Triunfo de una marcha que unifica, restablece y aquilata a multitudes que irán llegando a Mi Lugar Escogido para estos tiempos. Y para un 13 de Mayo, Yo les arrullaré en Mis brazos. Volverán a ser como niños sanos, buenos y honestos. Todos los allí presentes. Me sentirán unos, otros me verán conmoviéndose sus corazones. Hijita, ya llega ese Gran Día... ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Séptima Aparición: 25 de marzo de 1984: "Hijos míos: Yo soy María, Virgen y Madre Reconciliadora de los Pueblos que vengo con mi Hijo en brazos para reconciliarles. Oh sublime esperanza la vuestra... Rezad el Rosario... Hijitos, me habéis sentido y visto palpando la realidad de que convivo entre vosotros. Seguid fieles al Llamado que hoy les hago y recorramos juntos el camino. Os conduzco... ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"
Octava Aparición: 27 de marzo de 1984: "Hijitos: hoy de nuevo me hago presente porque ha llegado el gran tiempo anunciado, una Iglesia para todos, la Iglesia Universal, quien fija las pautas y señala conforme a la Ley una guía moral de cómo deben comportarse sus hijos, respetando los Mandamientos y Doctrina de mi Divino Hijo... y todos dedicándose al bien de todos, especialmente de los más necesitados, comenzando por mejorar su vida interior, renovando con particular atención su espíritu a un encuentro con el Señor, pudiendo así entrar de lleno a defender los Derechos Humanos. ¡María Reconciliadora de los Pueblos!"