(Protector de los enfermos de câncer)
Oración inicial para todos los días:
"Dios Padre, Todopoderoso, te pedimos, por intercesión de San Peregrino, que nos ayudes en el tratamiento del cáncer y también a evitarlo. Tú nos sanas y nos ayudas también a través de los doctores , enfermeras, medicamentos y tratamientos. El sufrimiento ha entrado en el mundo debido al pecado que todos tenemos. Por lo tanto, pedimos su perdón. Todo lo que Tú nos permites es para la santificación de nuestras almas. Tú sabes lo qué es mejor y cuándo es lo mejor. Tú sabes todo. No sabemos nada. Te entregamos todo. Cura, o al menos alivia el cáncer de... (di el nombre) y de todas las personas enfermas de todo el mundo. Estamos en tus manos. Tú eres un Padre que nunca abandona a ninguno de los niños. En los momentos más difíciles, estás aún más cerca de nosotros y llevas a todos los enfermos en tus brazos con infinita ternura. Nuestra Señora de la Salud, Consoladora de los Afligidos, consuélanos con tu presencia. Santo Ángel de la Guarda, protégenos y acompáñanos en todo los momentos. Amén. "
"Dios Padre, Todopoderoso, te pedimos, por intercesión de San Peregrino, que nos ayudes en el tratamiento del cáncer y también a evitarlo. Tú nos sanas y nos ayudas también a través de los doctores , enfermeras, medicamentos y tratamientos. El sufrimiento ha entrado en el mundo debido al pecado que todos tenemos. Por lo tanto, pedimos su perdón. Todo lo que Tú nos permites es para la santificación de nuestras almas. Tú sabes lo qué es mejor y cuándo es lo mejor. Tú sabes todo. No sabemos nada. Te entregamos todo. Cura, o al menos alivia el cáncer de... (di el nombre) y de todas las personas enfermas de todo el mundo. Estamos en tus manos. Tú eres un Padre que nunca abandona a ninguno de los niños. En los momentos más difíciles, estás aún más cerca de nosotros y llevas a todos los enfermos en tus brazos con infinita ternura. Nuestra Señora de la Salud, Consoladora de los Afligidos, consuélanos con tu presencia. Santo Ángel de la Guarda, protégenos y acompáñanos en todo los momentos. Amén. "
Primer día: (Santiago 1, 2-12) "Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento; pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear. Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte. Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste, un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos. El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación. Y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba: sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae y se pierde su hermosa apariencia. Así también el rico se marchitará en sus caminos. ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman."
Oración final a San Peregrino para todos los días:
"Glorioso San Peregrino, enséñanos a seguir tu ejemplo de paciencia, fortaleza y coraje en el cáncer que también has padecido. Unimos nuestros sufrimientos a los Dolores de Jesús Crucificado por nuestros pecados. No nos deja desesperar ni entristecer. Todo sufrimiento en este mundo es pasajero. Lo más importante es la curación de nuestros corazones y la salvación de nuestras almas. Aumenta nuestra fe, esperanza y caridad para los demás. Ruega por los enfermos en todo el mundo y alcanza la curación, o al menos alivio en el tratamiento del cáncer. Escucha las oraciones que hacemos con confianza por... (diga el nombre). ¡San Peregrino, ruega por nosotros!
(Orar 1 Padre Nuestro, 1 Ave María y Gloria)
Segundo día: (Eclesiastico 2, 1-11) "Hijo, si te llegas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba. Endereza tu corazón, manténte firme, y no te aceleres en la hora de la adversidad. Adhiérete a Él, no te separes, para que seas exaltado en tus postrimerías. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y en los reveses de tu humillación sé paciente. Porque en el fuego se purifica el oro, y los aceptos a Dios en el honor de la humillación. Confíate a Él, y él, a su vez, te cuidará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia, y no os desviéis, para no caer. Los que teméis al Señor, confiaos a él, y no os faltará la recompensa. Los que teméis al Señor, esperad bienes, contento eterno y misericordia. Mirad a las generaciones de antaño y ved: ¿Quién se confió al Señor y quedó confundido? ¿Quién perseveró en su temor y quedó abandonado? ¿Quién le invocó y fue desatendido? Que el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en la hora de la tribulación."
Tercer Día: (Salmo 103, 1-13) "Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre. Bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios. El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias, rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura, satura de bienes tu existencia, mientras tu juventud se renueva como el águila. Yahveh, el que hace obras de justicia, y otorga el derecho a todos los oprimidos, manifestó sus caminos a Moisés, a los hijos de Israel sus hazañas. Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor. Él no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor. Él no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas. Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen. Tan lejos como está el oriente del ocaso aleja él de nosotros nuestras rebeldías. Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahveh para quienes le temen."
Cuarto día: (I Pedro 5, 6-11) "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que, llegada la ocasión, os ensalce. Confiadle todas vuestras preocupaciones, pues él cuida de vosotros. Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará. A Él el poder por los siglos de los siglos. Amén."
Quinto día: (Santiago 5, 13-20) "¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder. Elías era un hombre de igual condición que nosotros. Él oró insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y otro le convierte, sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados."
Sexto día: (Eclesiastico 18, 11-15) "Por eso el Señor es paciente con ellos, y derrama sobre ellos su misericordia. El ve y sabe que su fin es miserable, por eso multiplica su perdón. La misericordia del hombre sólo alcanza a su prójimo, la misericorida del Señor abarca a todo el mundo. El reprende, adoctrina y enseña, y hace volver, como un pastor, a su rebaño. Tiene piedad de los que acogen la instrucción, y de los que se afanan por sus juicios. Hijo, con tus beneficios no mezcles el reproche ni a tus regalos juntes palabras tristes."
Séptimo día: (Salmo 86, 6-16) "Yahveh, presta oído a mi plegaria, atiende a la voz de mis súplicas. En el día de mi angustia yo te invoco, pues tú me has de responder. Entre los dioses, ninguno como tú, Señor, ni obras como las tuyas. Vendrán todas las naciones a postrarse ante ti, y a dar, Señor, gloria a tu nombre. Pues tú eres grande y obras maravillas, tú, Dios, y sólo tú. Enséñame tus caminos Yahveh, para que yo camine en tu verdad, concentra mi corazón en el temor de tu nombre. Gracias te doy de todo corazón, Señor Dios mío, daré gloria a tu nombre por siempre, pues grande es tu amor para conmigo, tú has librado mi alma del fondo del seol. Oh Dios, los orgullosos se han alzado contra mí, una turba de violentos anda buscando mi alma, y no te tienen a ti delante de sus ojos. Mas tú, Señor, Dios clemente y compasivo, tardo a la cólera, lleno de amor y de verdad, ¡vuélvete a mí, tenme compasión! Da tu fuerza a tu siervo, salva al hijo de tu sierva."
Octavo día: (Colosenses 3, 8-17) "Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca. No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento pefecto, según la imagen de su Creador, donde no hay griego y judio. Circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos. Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección. Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados, y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre."
Noveno día: (Job 22, 21-30) "Reconcíliate con Él y haz la paz. Así tu dicha te será devuelta. Recibe de su boca la enseñanza, pon sus palabras en tu corazón. Si vuelves a Sadday con humildad, si alejas de tu tienda la injusticia, si tiras al polvo el oro, el Ofir a los guijarros del torrente, Sadday se te hará lingotes de oro y plata a montones para ti. Tendrás entonces en Sadday tus delicias y hacia Dios levantarás tu rostro. El escuchará cuando le invoques, y podrás cumplir tus votos. Todo lo que emprendas saldrá bien, y por tus caminos brillará la luz. Porque él abate el orgullo de los grandes, y salva al que baja los ojos. El libra al inocente. Si tus manos son puras, serás salvo."