Mensajes de Nuestra Señora acerca de Cuaresma:
Mensaje del 10 de marzo de 2004 - "En esta Cuaresma, yo pido la su conversión, su cambio total de vida al Dios Celestial y no a Satanás que está en pecado. Cuando ustedes pecan, están lejos de Dios y cerca del diablo. Hijos míos, salgan de cerca del dragón. ¡Jesús les llama! Él está les llamando: ¡vengan a mí! Dios les llama, hijos míos. Escuchen su voz leyendo la Biblia en esta Cuaresma, que es un tiempo de gracia. Lean, lean el Evangelio del día con la Liturgia de la Iglesia. Lean la Biblia y escuchen la voz del Señor que los ama y habla a ustedes.
El pecado traerá males, dolores y enfermedades a este mundo. Y las personas pensarán que la culpa será de Dios, un Dios infinitamente bueno que no hará esto. La culpa será del pecado. ¡Dejenlo! Dejen cada mala acción, cada pensamiento sucio, cada palabra fea, sus sentimientos malos. Tiren todo esto de ustedes y lancen para lejo. Purifiquense en la Confesión y laven sus almas para Dios en su infinita misericordia. Él los espera decir sus pecados para Él. Él espera impaciente la hora de les dar su perdón infinitamente misericordioso. ¡Él está les esperando! ¡Vayan! Vayan a confesar. Arrodillense ante la Cruz en la iglesia, pidan perdón por sus pecados y Dios les perdonará. ¡Vayan a Él! ¡Él los espera!
Hijitos, hagan muchas penitencias. Hoy en día, la situación del mundo está peor que la situación de Nínive dija en la Biblia en el Libro del profeta Jonás, mucho peor. Por lo tanto, ofrezcan sacrificios y ayunos por amor al Señor y Él les recompensará en el Cielo. Dios es tan ofendido... Él está muy triste debido a los pecados del mundo y de cada uno de ustedes. Casi nadie vive su Ley de amor por Él y por lo próximo. Casi nadie ama su enemigo. Casi nadie quiere perdonar. Muchas personas sólo quieren ser egoístas y egocéntricos. Ellos sólo piensan en sí mismos. Muchas personas no piensan en el otro, en el hermano. Muchas personas matan. Muchas personas roban. Muchas personas destruyen la vida del otro. Y yo vengo aquí para les llamar una vez más para convertir antes de que sea demasiado tarde, muy tarde. El tiempo que tienen es poco. Por lo tanto, hagan una buena Confesión en esta Cuaresma. Hagan penitencias y ayunos. Pero la Cuaresma no es sólo un tiempo de conversión. La Cuaresma es también un tiempo de oración.
Ofrezcan penitencias, sacrificios y ayunos para consolarlo. Cada dolor que sienten, cada enfermedad, cada sufrimiento, cada lágrima que derraman, entreguen en sus Manos inmediatamente y no estean deprimidos. Jesús sufrió mucho más que ustedes y está Vivo y Resucitado. Que en el Domingo de Pascua, sus corazones puedan tener una nueva vida. Jesús fue un hombre sencillo, siendo el Hijo de Dios y el Dios propio. Él murió y resucitó. ¿Y ustedes que son las personas más amadas por Él? ¿Piensan que Él les dejará morir en el pecado? No. Él quiere salvarlos. Y Él salvará a cada uno. Depende de su voluntad y su entrega. Jesús no les obliga a nada, ni yo. Todo depende de ustedes. Él los ama, ama, ama tanto que se entregó en la Cruz y se humilló al máximo para salvarlos. Ahora, tomen cada uno su cruz y vayan con Él hasta el Calvario. Piensen en Él y sufran con Él. Hoy ustedes sufren en el día a día. Sufran con Jesús. Acepten, toleren, soporten el sufrimiento y la cruz. Dios salvará ustedes porque Él los ama infinitamente y siempre los amará. Cuando ustedes ofrecen sus enfermedades por la conversión de los pecadores están retirando espinos de mi Corazón. Ahora, divulguen este mensaje!”
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.