miércoles, 30 de mayo de 2012

Mensajes acerca de esta Novena

Nuestra Señora comenzó a enseñar su Novena el 29 de octubre de 2002. Ella continuó en los días siguientes y terminó en noviembre. Durante nueve días, uno tras otro, Nuestra Señora venía y daba la intención para orar. ¡Cuanta amabilidad y paciencia! 

Mensaje del 4 de octubre de 2006 - "Yo doy gracias a ustedes que están orando y divulgando mi Novena. Yo doy gracias a ustedes que están divulgando mis mensajes. En el Cielo, yo agradeceré por todo lo que hicieron por mí. Yo y Jesús no somos ingratos. Todo lo que hacen por mí y por Jesús tendrá una recompensa. Cada Novena es una alegría para mí. Esta Novena es un consuelo para el Corazón de Jesús. Cada Novena es como un ramo de flores que ustedes me dan. Esta Novena es como las flores que ustedes ponen en mi Corazón Inmaculado, que hoy está profundamente triste por los pecados del mundo. Pero todos ustedes que oran son mi alegría y mi consuelo." 

Mensaje del 2 de agosto de 2007 - "No tengan un corazón de piedra delante de mis llamados preocupados. Si ustedes pueden divulgar, hagan. No sean como los incrédulos que son fríos e insensibles delante de mis mensajes urgentes. Divulguen mucho esta Novena. No omitanse delante la grave situación del mundo de hoy. La oración por el mundo es lo minimo que cada persona puede hacer." 

Mensaje del 1 de septiembre de 2008 - "Mis queridos y amados hijos, quiero agradecer, desde el fondo de mi Corazón, a cada hijo, a cada hija que acogió y rezó esta Novena que pedí aquí. Yo vi y escuché cada uno que rezó esta Novena. Todos las sus oraciones fueron importantes. Todas llegaron al Cielo, al Trono de Dios y Él las escuchó. Y gracias a la bondad de Él, sus oraciones promovieron resultados en el mundo. Jesús y yo estamos muy felices con eso. Pero es necesario mucho más. Por eso, hijitos, ¡continúen orando esta Novena! Oren por el mundo, porque eso es agradable a Dios. Es hermoso cuando una persona también piensa en los demás y los ayuda con acciones, palabras y oraciones. Hacer el bien a los demás es recibir los bienes de Dios. Cuando ustedes oran por el mundo, también están unidos conmigo y a todo Cielo. Todos los que están en el Cielo oran por los que están en el mundo. Hay personas que necesitan más que ustedes y están sufriendo más que ustedes. Quiero agradecer, desde el fondo de mi Corazón, a cada hijo que me ayudó a ser más oída divulgando mis mensajes. Gracias porque ustedes no recularon y no omitieron. Pocas personas acogen mis mensajes, pocas personas ponen en práctica y pocas personas quieren propagar. ¡Continuén divulgando, hijitos! Yo vengo a prevenir los malos. Ustedes no quieren... Yo vengo a avisarlos. Ustedes no dan importancia... Por lo tanto, el mundo pasará por momentos de gran dificultad, pero hasta em este momento se verá la misericordia de Dios por todos los que escucharon su llamado. Yo gustaría que el llamado que hizo en esta Novena hiciese eco en el mundo entero, porque maravillas se sucederian. La oración hace milagros y las personas que oran son el pilar del mundo. Sientan mi proximidad y mi presencia todos ustedes que practican mis peticiones com fervor. Sean ejemplos de fe, esperanza y caridad. Quién cambiará este mundo son las personas que tienen amor. Sean sencillos y sensibles a los sufrimientos de los demás. Tengan un corazón de carne y no un corazón de piedra. Que en cada día, sus corazones sean um poquito más semejantes al Corazón de Jesús y al mi Corazón.” 

Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.