Los jóvenes serán las familias del mañana, los sacerdotes del mañana, los religiosos de la mañana. ¿Qué va a ser si no tenemos buenos jóvenes hoy? Los siguientes mensajes fueron dados en la presencia de jóvenes como muchos otros, pero sirven para las personas de todas las edades.
Mensaje del 2 de diciembre de 2002 - "Yo soy la su Madre y estoy muy preocupada por ustedes."
Mensaje del 23 de octubre de 2001 - "Hijitos, todo es posible para aquellos que creen en Dios. Si ustedes se esforzaren por mejorar, conseguirán. Jesús, hijos míos, llama a todos para visitarlo. Más allá de la iglesia, Él está también en la cama en un hospital, en un asilo de ancianos, pidiendo limosna, en la cárcel, en las calles... Ustedes tienen la vocación de ayudar en las actividades de la Iglesia Católica. Elijan siempre ayudar a las actividades de la Iglesia y a Dios! Si ustedes se esforzaren, conseguirán. Ustedes sólo tienen que querer. Hijos míos, quieran y confien en el Creador. No se debe preguntar la razón del sufrimiento. Él existe porque el pecado entró en el mundo y todos tienen que sufrir, unos más que otros. Dios quiere que ustedes aprendan con el sufrimiento en vez de reclamar. Ustedes ya saben lo que es pecado. ¿Por qué no oran al Espíritu Santo que sabe todo? Ustedes pueden mejorar en su cotidiano si quisieren y lucharen por esto. Si no quieren y no hacen nada, nada cambiará y las cosas seguirán siendo las mismas. Todos deberían preguntar acerca de eso. Para se convertiren cada día, al despertar y levantarse de la cama, hagan la Señal de la Cruz y digan con toda la fe y fuerza de sus almas: "Hoy, yo seré mejor de lo que fui ayer." Así, a cada día y a cada momento, ustedes estarán más próximos de Dios que los llama diariamente para cambiar sus vidas y entregarse completamente a Él. Utilicen bien este día, sea bueno o malo, porque Dios les reserva maravillas en la eternidad. Seguren en mis Manos y no larguen nunca. El diablo no nos gusta, ni yo ni ustedes. Conviertanse para que él parta para siempre de sus vidas.”
Mensaje del 28 de enero de 2003 - "Satanás y sus demonios están alrededor del mundo para hacer daño a ustedes. Oren el Rosario para protegerse contra ellos. Vayan a la Eucaristía. Jesús está allí, esperando por ustedes. Él es amor y misericordia. Con su alabanza y su amor, ustedes retiraron espinas del Corazón de Jesús y pusieron flores allí. Todos ustedes, hijos míos, consagrense a mi Inmaculado Corazón."
Mensaje del 18 de febrero de 2003 - "Ustedes son como niños aquí en mis Brazos. Yo les presento y les doy a Dios Padre. Den, den todo para mí. Y yo llevaré todo a mi Hijo Jesús. Hijos míos y hijas mías, sean santos y santas. Dios quiere ustedes así. No sean como los otros que ofenden a Dios."
Mensaje del 20 de noviembre de 2002- "Gracias, mis hijitos queridos, gracias. Yo los amo. Pero hay muchos en el mundo que no rezan y no desean el Señor como ustedes. Cuando tuvieren un amigo que no quiere conocer a Jesús, hablen y conversen con él. Muestren el Jesús que tienen para él, el Jesús que ustedes conocen. Muchas personas no conocen a Jesús. Tenemos que orar mucho por ellos. Continuen siempre así: juntos alabando al Señor y pedindo por los demás.”
Mensaje del 4 de septiembre de 2002 - "Me entristece cuando veo a tantos jóvenes amando personas y artistas más que a mi Hijo Jesús. Él quiere este amor de ustedes, porque Él merece este amor. ¿No fue Él se entregó hasta el final, derramó toda su Sangre, dejó todo su Cuerpo aplastado y llagado con muchas Heridas en la Cruz por ustedes? Despierten, hijitos! Paren de pensar tanto en la vida, en las cosas mundanas y inútiles. Yo les ruego: dejen todo, por favor. Adiós, queridos hijos. Yo amo y acojo todos ustedes en la oración."
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.