Mensaje del 20 de diciembre de 2001 - Adviento: "En Navidad, lamentablemente existen aquellos que no viven la Navidad de mi Hijo, sino que viven sólo una celebración donde reciben, dan regalos y comen. ¿Qué es esto? La Navidad nunca fue de esta manera. San José y yo nunca pensamos que la situación podría ser así. Las personas se olvidaron de Jesús, nuestro Rey, y sólo piensan en comer y recibir regalos... Por eso, existen personas que no son verdaderamente felices. Ellos son infelices. No piensen que Dios quiere las cosas de esta manera en un día tan especial. Inviten a los pobres, los desamparados, los marginados, los drogadictos para cenar con ustedes. Den de comer a los demás y no coman en exceso. Sepan compartir y donar a los demás. Si ustedes hicieren de esta manera, serán llamados hijos de Dios y Él les dará una recompensa en el Cielo, una recompensa que nunca termina y nadie destruye. Si supiesen cuanto ella es bella, harían todo lo que Jesús dijo. Unan con sus familias, pero no se olviden de la pobreza y de la oración. Si Dios no quisiese de esta manera, Él no habría venido al mundo de una manera tan simple y pobre, y en su vida, Él no habría orado al Padre. No se olviden que Dios está entre ustedes. Alaben, alaben y den gracias al Padre Celestial por enviar a Su Hijo al mundo para salvarlo. Hagan la hermosa Novena de Navidad.”
Mensaje del 19 de diciembre de 2003 - "En este tiempo de Adviento, miren el pesebre. Vean cómo yo fui pobre, cómo San José tenía poco dinero, cómo Jesús fue tan simple y tan humilde. Él vivió en la sencillez y sin nada de valor. El fue pobrecito. En Belén, estábamos felices porque Él vino hasta nosotros. ¿Él estaba allá! ¿Los animales cantaban, chillaban y sacudían sus cabezas para Jesús que estaba allí! Pobres pastores fueron visitarlo. Estábamos contentos debido a Él, con el Dios Celeste que vino hasta nosotros y estaba allá. ¿Hoy en día, Él está también en las iglesias y muchas personas sólo lo visitan raras veces..."
Mensaje del 5 de diciembre de 2006 - Adviento: "Ustedes, hijos míos, son pesebres pobres. Sus corazones son cunas pobres. Pero el Rey, el Gran Dios, el Todopoderoso quiso venir a este mundo naciendo en un pesebre pobre. Él quiso a ser colocado en una cuna pobre. Hoy en día, hijos míos, Él quiere nacer de nuevo en sus pobres corazones. Él quiere tanto, tanto, tanto. Jesús quiere mucho entrar en ustedes. Abranse a Él y dejen la Navidad suceder. La Natividad de Jesús sucede cuando ustedes dejan que Él entre en sus vidas y lo aceptan en sus corazones. Esta es una de las alegrías más grandes que Él siente. ¿Den esta alegría a Dios, hijos míos! Vayan siempre a la iglesia. Que en cada Comunión la Navidad suceda, no sólo el 25 de diciembre, pero en cada día y en toda la vida. Un día, Él nació dentro de mí. Cuando recibieren la Comunión, pongan el Señor dentro de ustedes. Abran sus corazones y dejenlo entrar."
Mensaje del 25 de diciembre 2003 - Navidad: "Hoy estoy muy feliz con el Niño Jesús en mis Brazos y bendiciendo el mundo entero y dando la paz, la paz que el mundo tanto necesita. Jesús los bendice. Feliz cumpleaños, Hijo mío! Feliz cumpleaño! Canten a Jesús, hijos míos! Canten a Él y alabenlo desde lo más profundo de su ser. ¿Alaben el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo! Satanás fue derrotado y perdido con la venida de Jesús y su muerte en la Cruz. ¿Gloria a Jesús! Hoy el Cielo está en fiesta. Y el mundo entero también. ¿Por eso, glorifiquen a Dios, Jesús y el Espíritu Santo de amor y vida!"
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.
