Mensaje del 14/6/2006 - "El mundo está muy sucio, sucio de maldad, de impureza y malicia en en los corazones. Hoy en día, es tan difícil encontrar un corazón humilde, ¿puro y santo... Muchos corazones son orgullosos, mentirosos, cobardes, resentidos, llenos de rabia, egoístas... Tengan fe, hijos míos, tengan fe. Ustedes que creen en Dios, permanezcan con Él y no teman a nada. Él vendrá limpiar toda la suciedad de este mundo. Sino que ustedes estén puros, que ustedes no sufran las consecuencias de sus pecados y de la maldad que hacen. ¿Que ustedes se confiesen! Sí, ¿la Confesión y la penitencia! Eso es lo que ustedes más necesitan. En el Confesionario no está sólo el sacerdote. Allá también está el Señor con los Brazos abiertos y feliz cuando puede les perdonar. Pero ustedes no van a Él, no piden perdón, ¿no confiesan... ¿Cómo serán salvos? Dios no condena a ninguna persona. Las personas condenadas fueron porque ellos quisieron, porque ellos decidieron por el mal. Ellos decidieron no cambiar sus vidas. Ellos no pidieron perdón a Dios y no quisieron su perdón. Ellos quisieron el pecado y se fueron con él al infierno. ¿Oren por la salvación de las almas! Muchas almas se pierden y se saltan al abismo, ¿al precipicio todos los días! ¿Hijos míos, yo siento triste cuando los veo condenarse... ¿Yo siento triste cuando veo a un hijo de Dios lanzarse al abismo con su impureza... ¿Yo siento triste cuando veo a un joven entrar en la maldad y la delincuencia en vez de pedir a Dios para le ayudar en la vida... Dios no dice ‘no’ a nadie. Él sólo no puede les obligar a decir ‘sí’ para Él. El 'sí' tiene que venir de ustedes. Digan ‘si’ a Dios, hijitos, y Él dirá ‘si’ para ustedes. Él estará con ustedes. Él los seguirá hasta el final de sus vidas en la Tierra y los salvará. Ustedes dicen ‘no’ a Dios... Otros no dicen ni 'sí' ni 'no'. Ellos no se deciden. Ellos son tibios, ni fríos ni calientes... Hijos míos, sean verdaderamente de Dios y no con mentira! Sean del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y sus vidas serán felices, porque Él es la verdadera felicidad, alegría y paz. Si ustedes fueren del mundo, del dinero, del placer, del poder, del material, serán infelices. La puerta del Cielo está abierta a todos como la puerta de la perdición. Ustedes son libres de entrar en una de ellas. ¿Cuál elijen, hijitos? Elijan la puerta más difícil de pasar, la más dura, la puerta del camino difícil, de la cruz pesada y difícil de cargar. Pues esta es la puerta de la verdadera felicidad, la puerta de Dios, la puerta del Paraíso. Decídanse hoy y no mañana. El día es hoy. La hora es esta. Hijos míos, yo soy su Madre y los bendigo desde el fondo de mi Corazón Inmaculado en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo."
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.