Mensaje del 25 de noviembre 2007 – Fiesta de Cristo Rey del Universo: “Lo que pido a ustedes, mis hijos, es esto: no se omitan delante lo que el mundo está haciendo hoy contra mi Hijo Jesús, el Rey del Universo. Jesús está aquí en el Tabernáculo y en tantas iglesias diseminadas por toda la Tierra, pero pocas personas lo visitan con frecuencia. Otros sólo lo visitan cuando están en grandes problemas. Y luego lo dejan en la iglesia. Los que visitan a Jesús en el Santísimo Sacramento todos los días son siempre los mismos, son siempre aquellas pocas personas. A veces, es fácil contar cuántos están presentes en la iglesia. Muchas personas se preocupan excesivamente con las cosas materiales y se ocupan con el trabajo, estudios, negocios y futuro. Muchas personas consideran el dinero como su rey y su dios. Mis queridos hijos, un día todos ustedes no estarán más aquí en este mundo. Todos ustedes se encontrarán con Dios. La su casa, su dinero acumulado, sus trabajos, sus logros y sus cuerpos estarán aquí en este mundo y sus almas irán. Sólo sus obras y sus numerosas omisiones les seguirán. Consuelen a Jesús. Entonces, Él mismo consolará sus sufrimientos. Pero no se preocupen tanto por los sufrimientos de este mundo, hijos míos. Ustedes se entristecen mucho por los sufrimientos de este mundo, pero ellos no son los peores. Lo peor y mayor sufrimiento es la condenación del alma, es estar lejos de Dios para siempre en el infierno. Y existen personas en este mundo que tienen esta posibilidad. Arrodillense y pidan misericordia, misericordia, misericordia para ustedes y para el mundo entero. Pidan perdón por sus pecados y pidan a Jesús que perdone los malvados. Así, ustedes serán perdonados y los pecadores serán salvos. Pobres de los pecadores si Jesús los tratase como merecen... Pero Él les trata con misericordia infinita, porque su bondad es inconmensurable y su amor es sin límites para todos. Vayan siempre a la Misa en los domingos. Si ustedes pueden ir durante la semana, vayan. Nunca falten sin razones de la Misa, ya que cada Misa tiene un valor infinito. No pierdan ninguna oportunidad de ir, porque no saben si estas son sus últimas oportunidades. Cada Misa será muy útil para sus almas después de la muerte.”
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.