Mensaje del 11 de abril de 2004 - Domingo de Pascua: "El Viernes Santo, Jesús sufrió. Mírenlo Flagelado, Coronado de espinas y Crucificado. Pero el Domingo, Él resucitó. Hoy es un día muy feliz para mí, para Jesús, para los Ángeles y los Santos, para todo el mundo. Alegrense ustedes también! Jesús venció la muerte y el pecado. Él les da la vida, la paz, el amor, la esperanza, la victoria y la Resurrección! Él está vivo. Él no está muerto y no es un cadáver. Él es una persona viva, muy viva. Hay vida en sus ojos, en su Corazón y en su Cuerpo. Él está Resucitado. Él volvió a vivir y siempre vivirá. Él es el Dios de la vida. Aquello que creó la vida no está muerto. Él está muy vivo y con ustedes. Él está aquí a su lado. Jesús resucitó porque no quería les abandonar. Él está con ustedes. Hoy estoy más que feliz. Mi Inmaculado Corazón desborda de alegría. ¿Alegremos, hijitos! ¿Dónde está su alegría? Jesús ya venció todo lo que tenía que vencer. Él es vencedor. Nada lo derrota. Él es más grande que todo. Él tiene todo en sus Manos. Él sostiene el mundo cerca de su Corazón. Quién sostiene el mundo es Dios. Este globo terraqueo en mis Manos es apenas un símbolo de mi intercesión por él. Yo sostengo este mundo en manera simbólica para demostrar que yo estoy con ustedes todos y miro para todos. Yo los aprieto junto a mi Inmaculado Corazón. ¿Hijitos, cómo yo, su Madre Celestial, los amo! Y Jesús también. Él sostiene este globo terráqueo. Él cuida de ustedes. ¿Pero muchas personas están lejas de Él...”
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.