Mensaje del 15 de septiembre de 2002 - Día de Nuestra Señora de los Dolores: "Ustedes no conocen a su futuro espiritual ni el material. Ustedes imaginan los planes de Dios. Ellos son completamente diferentes de los sus. Cada día tiene su cuidado. Pero todavía, ustedes no aprendieon esta lección. Ustedes se preocupan por el futuro, con la vida y dejan sus almas, sus bienes y dones espirituales para después o nunca... Hay personas que no dan importancia a estas cosas y se terminan mal. Ellos terminan muriendo. Ellas mueren porque mataron el alma. Ellas durmieron, no cuidaron de sí mismas, se olvidaron de sí mismas y dieron toda su atención al mundo. Y este es el resultado, un resultado mucho triste y melancólico, pero tengo que decir a ustedes. El infierno está lleno de personas que se olvidaron de Dios, de su Padre Celeste. Conviertanse, hijitos, ¡para que ustedes no vayan para allá también! Ustedes quieren estar bien en esta vida, en esta vida que necesita de oración. Ella termina y sus almas permanecen. ¿Dónde ellas irán? ¡Tiene que ser para el Cielo! ¡Quiero llevar a todos al Cielo! Es difícil llegar allá, muy, muy difícil. La carga de sus pecados es muy pesada. Yo sé, ellos son muchos. Pero lo que más les impide de ir al Cielo es su decisión, está en su decisión por Dios o por el diablo. Algunas personas elijan por el diablo, sin querer, pero elijan. Ellos elijan una vida con fácil y placerosa. Ellos hacen lo que más quieren en sus vidas. Ellos dejan el alma y se pierden..." En este momento, salen lágrimas de los ojos de la Virgen: “Cómo es duro para mí ver a un hijo o una hija que tanto amé con un Dios maravilloso que es amor puro, ver a este hijo y esta hija con sus almas cayendo en un abismo profundo, caliente, pavoroso... Abajo existen llamas y más llamas ardorosas, demonios y más demonios... ¡Feo es el infierno y él existe!"
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.