Mensaje del 16/7/2005 - Día de Nuestra Señora del Monte Carmelo: "¡Estoy tan feliz por sus oraciones! Y Jesús también. Sus oraciones son hermosas flores que dan a mí y a Dios. ¿Qué quieren hablar para mí, hijos míos? Hablen. Siempre los escucho. Nunca los dejo ni abandono. Y Jesús tampoco. Yo estoy cerca de ustedes y Él está dentro de cada uno y en sus corazones. Él espera que ustedes hablen con él, pero muchos no van. Él está esperando, esperando, esperando... Vayan más cerca de mi Jesús, hijos míos! Vayan a la iglesia, a la Santa Misa, al Santísimo Sacramento. Yo agradezco a ustedes que están aquí en esta capilla. Gracias, mis queridos hijos e hijas. Yo soy la Virgen del Carmelo y yo estoy aquí para ayudarlos. Pongo mi amor y mi bendición aquí. Tengan cuidado con Satanás. Cuidado con las tentaciones y la maldad del corazón. Confiesen y pidan perdón. Sé que ustedes hacen penitencia y eso es bueno. Pero la mayor penitencia es ser santo. Yo sé y veo como esto es difícil hoy en día. Pero con Jesús, ustedes conseguirán! Sus sacrificios causan resultados. Con ellos, Jesús convirtió a muchos pecadores. No pueden imaginar cuántos. Él está muy feliz. Hagan sacrificios. Jesús los recompensará más tarde. Él no se olvidará ninguno. Todo lo que ustedes hacen es registrado en el Libro de la Vida. Adiós, hijos míos. Permanezcan en la paz de Jesús."
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.