Mensaje del 13/5/2003 – Día de Nuestra Señora de Fátima: "Jesús, mire estos mis hijos. Yo te pido por ellos. Alegrense, hijos míos, ¡alégrense! ¡Comiencen a sonreír! Jesús está aquí en el Altar. ¡MirenLo y veanLo! Jesús, tenga misericordia de estas personas que no Te ven, que no te reconocen y no sienten su presencia. No lloren, hijos míos. No sientan tristeza. Dios es la alegría. Jesús les curará, hijos míos. Él curará a todos ustedes. Oren mucho por los sacerdotes y religiosos. Ellos serán muy tentados por el enemigo en los últimos tiempos. En Altar, yo derramaré muchas gracias. Todos los que vienen a las iglesias recibirán una gracia del Señor. Por su adoración y alabanza a Jesús, ustedes enjugan las lágrimas que derramo por el mundo y consolan a mi Corazón Inmaculado y materno. Gracias, hijitos, muchas gracias. Adoren. Adoren al Señor y den sus vidas a Él. Los ministros colocarán el Santísimo Sacramento en el Sagrario. Pero no piensen que Jesús se va. No piensen que Él sólo quiere estar en el Tabernáculo. Él mejor Tabernáculo donde Él quiere quedarse es el corazón de ustedes. Él quiere permanecer en sus corazones para siempre. Sus vidas son así mismo, muy difíciles. No esperen rosas de este mundo, porque sólo vendrán espinas. La persona que espera mucho de este mundo y de los demás es quién más se decepciona. Esperen mucho sólo de Dios. Con Él, ustedes nunca se decepcionarán."
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.