Mensaje del 13 de agosto de 2007 - "En el tiempo de Jesús, habían muchos fariseos, escribas y maestros de la Ley. Ellos estudiaban profundamente la Palabra de Dios y eran admirados por las personas. Pero ellos eran como sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero llenos de podredumbre en su interior. Ellos practicaban bellos actos exteriores, pero tenían horrores por dentro. Hoy en día, muchas personas hacen como ellos. Muchas personas hacen bellos actos de piedad y oración, pero tienen un corazón lleno de infidelidad y iniquidad. Cuidado, hijitos, mucho cuidado. Ustedes pueden engañar las personas fácilmente. Pero nunca pueden engañar a Dios, nunca. Dios ve todo, hijos míos, todo. Él ve todas sus buenas acciones. Pero también ve su corazón malo. Y lo que Él busca primero es el corazón, si es un corazón buen y humilde. Muchas personas oran el Rosario, reciben la Comunión y adoran al Santísimo Sacramento. Pero ellos tienen el corazón lleno de orgullo y maldad. El orgullo y la arrogancia son como cosas de olor horrible y insoportable. Su maldad y infidelidad son cosas repugnantes que Dios tiene pavor. Dios detesta su orgullo y odia a sus iniquidades. Hay muchas reflexiones, muchos estudios y meditaciones acerca de la Palabra de Dios, pero muchos no viven completamente. Muchas personas predican y evangelizan, pero ellos no tienen mucho amor en sus corazones. En primer lugar, Dios mira el corazón. Después, Él mira los actos. Cuando el corazón es bueno y humilde, vienen muchos y hermosos actos. Con estes actos, ustedes glorificarán al Señor y Él se regocijará. Recuerden: primero vivan. Despues, ensenen. Primero viene la experiencia, despues viene la enseñanza. Yo les pido, hijitos, miren a su corazón. Miren a su corazón, ustedes y Dios. Sólo ustedes y Dios ven su corazón, nadie más. Pero sean honestos delante Dios. No traten de engañarlo, ni escapar de Él. Él ve el oculto. Él ve el fondo de ustedes y los conoce más profundamente que ustedes mismos. Hagan una conversación entre ustedes y Dios, en el fondo de sus corazones. Pero una conversación sincera y verdadera. Lo que Él más desea es ayudarlos y mostrar lo que deben cambiar en el corazón. Mismo si sus corazones tienen mucha inmundicia y miseria, el agua viva del Espíritu Santo irá lavarlos y limpiarlos de todo. Mismo si sus corazones están muertos, Jesús quiere resucitarlos como Él resucitó a Lázaro y el hijo de la viuda de Naín. Arrodillen delante la Cruz y pidan al Crucificado para dar vida a sus almas, ¿porque Él es la vida! Y Él dará vida en abundancia para sus almas. Ellas serán santas y ustedes recibirán la recompensa eterna en el Cielo. Pero no olviden nunca: Dios ve todo. Dios ve sus corazones. Todos ustedes estarán delante de Dios. Todos serán juzgados. Dios les mostrará todos sus actos. Espero que la mayoría de sus actos sean buenos. Que en esta hora, ustedes se regocijen con Dios y no sientan verguenza como muchas personas. Ninguna persona podrá huir de Dios. Ninguna persona puede engañar a Dios. Ninguna persona puede escapar de Dios."
Mensajes de Nuestra Señora en Divinópolis, Brasil.